El consumo de calefacción y aire acondicionado supone más de la mitad del consumo total de energía de un edificio, y la mejora del aislamiento térmico del edificio puede suponer ahorros entre el 30% y el 50%.La mejora del aislamiento térmico de fachadas, cubiertas y suelos reduce las pérdidas de energía de calefacción y refrigeración, y debido a su bajo coste, su alto impacto, y su durabilidad, es la actuación de ahorro energético más eficaz.
Aumenta la superficie habitable, al requerir menos espesor por los demás materiales para el mismo grado de aislamiento.
Ahorra el coste del enfoscado previo a la cámara.
Confiere impermeabilidad frente a la humedad exterior, ya que al ofrecer una estructura celular cerrada impermeabilizada, estanca y sella eficazmente.
Aislan los posibles puentes térmicos de pilares, capialzados, etc., y además, por su aplicación en continuo se evitan fugas térmicas por sus juntas.